Nuestra Señora de las Angustias

«Nuestro» tío Vicente nos casó en las Angustias. Como veréis, la ermita no era muy grande, así que era importante llegar pronto para coger sitio.

La mejor forma de acceder a las Angustias es a pie desde la Plaza Mayor.  Lo mejor era dejar el coche en el hotel si  estaba céntrico y moverse a pie por Cuenca. En cualquier caso, si el coche era una necesidad se disponía de dos parkings cerca de la ermita.

El primero estaba al final de la carretera que sube hasta las Angustias. Se trata de un pequeño parking de unas 20 plazas que, en principio, fue utilizado por los  novios, los padrinos  y el cura, pero, claro, había sitio para más invitados. La carretera sube más allá de la ermita y lleva a una calle sin salida  que obliga a hacer alguna maniobra complicada con el coche.

El segundo parking , más cómodo y amplio, se encontraba al pie de la subida, en el Recreo Peral. Entre ambos era fácil encontrar algún hueco para aparcar en la rampa que los une.